10 junio, 2006

La protesta del beso



LA PROTESTA DEL BESO
Señoras, señores, me presentaré: Soy un beso.
Y ustedes pensarán: “Oh, qué tierno, un beso”…
¿Tierno? ¡Ya me gustaría a mí! Soy un beso, pero ¡soy un beso vacío, frío y cabreado!
Y me supongo que se preguntarán por qué estoy cabreado ¿verdad?
Pues estoy cabreado porque soy un beso falso, mentiroso y desperdiciado…Desperdiciado, sí.
Porque en la escuela de besos lo primero que nos enseñaron es que transmitimos un sentimiento, somos los conductores de un sentimiento: de amistad, de cariño, de deseo, de pasión…
Y yo fantaseaba con ser un beso que encendiera las mejillas, erizara el vello y volviera al corazón cardiaco… Pero ni por esas.
Me han tirado a unos labios “para contentar a lachica, no significa nada”. ¿Era ésta mi misión? ¡Si ni siquiera querías mandarme!
El cerebro lo estaba pensando: no, si no me gusta, se lo doy en la mejilla y quedo como un señor… y la conciencia lo apoyaba… pero me has dejado ¡en sus labios! ¡Y ni siquiera los he rozado!
Pero ¿en qué estabas pensando, “desgraciao”? ¿Qué sentimiento soy? ¿La falsedad? ¡No! ¡No y mil veces no! ¡Me rebelo al alto mando! Prefiero mil veces ser el beso de un mafioso que el de éste cínico y traidor que me ha tocado por jefe.
Al menos no mentiría, mi destinatario sabría la verdad de mi misión, pero ¡este mequetrefe!...
¡Reivindico mi derecho a provocar un sentimiento en mi destinatario! Y puestos a protestar… ¡quiero encender mejillas, erizar el vello y volver al corazón cardiaco!
¡Deberían retirarte la licencia de envío de besos, pedazo de mentiroso! Los besos no se fabrican a granel, ¡quiero ser artículo de lujo!
Quiero ser un regalo de amor… ¿Hay derecho a este trato? Sus labios estaban fríos, y secos… me he resbalado y casi he caído al suelo.
Y ahora ¿dónde quedan mis sueños? Yo quería al menos provocar una sonrisa… aquí me siento solo, y tengo mucho frío...
Mi nueva jefa aun no me ha admitido, porque como no ha sabido nada más de ti…
Aunque la verdad es que me alegro, porque como vuelva a ver tu cara, cretino…
¡Debería aliarme con las glándulas salivales! ¡Te ibas a enterar de lo que pienso de ti! ¿Estás viendo lo que provocas? Yo no soy así, yo soy beso de buenos sentimientos... Quiero hacer vibrar los corazones, pero con desdichados como tú temo que haya muchos más besos en mi situación...
Por favor, piénsenlo. Devuelvannos nuestro valor, nuestra categoría. No dejen que nos desintegremos, también queremos amar. ¿Lo pensarán?

1 comentario:

SAGITAS E. POTTER BLUE dijo...

¡Ey! Esta protesta del beso es magnífica... Ya me veo llegando tarde al trabajo y mi jefe esperándome en la puerta de la empresa, señalándome el reloj..
-- ¿Qué horas son estas de llegar, ¿eh?"
-- No, jefe, que había una manifestación de besos en la plaza España y ya ve, media hora parados esperando a que pasaran... Y la policía allí, abriéndoles paso, sin detenerlos ni nada...

Te ha salido una reivindicación chulísima... Y creo que deberíamos pensar más en el valor de un beso, suave, dulce, de los que te erizan la piel y te hacen sentir mariposas en el estómago, que te elevan del suelo y pareces flotar en los brazos del ser amado... Yo quiero de esos besos...